En una sentida conmemoración, jóvenes de la localidad que a partir de estos hechos sucedidos en la masacre del 9S se organizaron desde sus diferentes saberes en la Mesa de diálogo UPZ 9-11, coordinaron una acción de memoria viva por las 13 personas asesinadas por la policía nacional y las lesionadas. Con poesía, teatro, rap, rock, grafiti hasta diferentes emprendimientos las y los jóvenes hicieron memoria de las personas víctimas, de lo ocurrido el 9 de septiembre, exigiendo verdad, justicia y no repetición.
Así mismo, se hizo una exposición de las personas víctimas de la policía nacional y el ESMAD, que a los largo de estos años han sido asesinadas y en las que el mayor porcentaje esta en la impunidad.
El 9 de septiembre de 2020 en el Centro de Atención Inmediata (en adelante CAI) de Villa Luz, ubicado en el barrio del mismo nombre en la localidad de Engativá, en la ciudad de Bogotá D.C., se inició una concurrida protesta social animada especialmente por jóvenes. El origen de la manifestación, era rechazar la detención y el homicidio, ocurrido la noche anterior, de Javier Ordoñez, padre de dos hijos y víctima de tortura por parte de efectivos de la Policía Nacional, quienes haciendo uso de la fuerza, utilizaron el taser en repetidas ocasiones contra su humanidad, lo golpearon, luego fue conducido al CAI de Villaluz donde le propinaron más golpes, hasta causarle la muerte.
Recordemos lo ocurrido el 8 y 9 de septiembre de 2020
En las grabaciones de sus acompañantes, se observó como suplicó y solicitó que cesarán las torturas y golpes. Ante la gravedad de las heridas lo trasladaron a la Clínica Santa María del Lago, en la que lo dejaron abandonado, ya sin vida.
Estos hechos, calificados por la comunidad como una práctica cruel y sistemática de la Policía Nacional, aunada al contexto social y político, agravado por la crisis sanitaria del covid 19 que ha vivido el país, exacerbaron los ánimos de la ciudadanía causando indignación popular. Lo cual detonó fuertes movilizaciones contra el CAI, escenario de la brutal
golpiza, denunciando los abusos contra las personas detenidas, en su mayoría jóvenes, exigiendo derechos y condiciones de vida digna.
En los alrededores de los CAI de Verbenal (localidad de Usaquén), Aures, La Gaitana y Suba Rincón (localidad de Suba) y otros de las localidades de Kennedy, Ciudad Bolívar y Usme entre otras, se animaron concentraciones en ejercicio del derecho a la protesta social. Las calles se llenaron de personas con pancartas, pitos, cacerolas, gritando arengas por
la vida, invadidos por la tristeza, la rabia y la impotencia ante la injusticia.
En la noche del 9 de septiembre de 2020, la Policía Nacional cometió una masacre sin precedentes en los últimos años, dejó 13 muertos y más de un centenar de heridos en la ciudad de Bogotá. Este folio de impunidad se escribe a partir de los relatos de las familias y víctimas de las localidades de Usaquén y Suba, que desde dhColombia representamos y acompañamos jurídicamente en estos procesos de búsqueda de verdad, justicia y no repetición. Es importante mencionar, que estas dos localidades no son las únicas en donde se cometieron actos de abuso, extralimitación, violencia y actos contra la humanidad de la ciudadanía; sino que estos sucesos se dieron en toda la ciudad, sumándose
municipios aledaños a esta.
El ejercicio del litigio estratégico necesita un diálogo permanente entre víctimas, familiares, acompañamiento jurídico y liderazgo social, tanto para la construcción de la verdad y la memoria como para el impacto de estas acciones colectivas en el escenario judicial.
La brutalidad con la que actuó la Policía Nacional, las irregularidades en las actuaciones judiciales de levantamiento de los cuerpos, las trabas en la justicia, el papel de familiares y víctimas exigiendo que el ente investigador cumpla su misionalidad, que se juzgue y sancione a los responsables de estos crímenes, y el papel organizativo y solidario de la comunidad, son analizados en el presente Folio de impunidad.