Clandestinidades a la luz de día

Nuevamente nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó se ve en la necesidad de acudir al país y al mundo para dejar constancia de toda la barbarie de la cual es víctima y de las amenazas que a diario se anuncian contra su integridad y contra la vida y derechos de los pobladores de su entorno. Los hechos recientes son los siguientes:

  • El jueves 23 de febrero de 2017 un numeroso contingente de paramilitares que se hacen llamar “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, calculado en 500 efectivos, ingresó a la zona limítrofe entre Apartadó y el departamento de Córdoba, estableció dos grandes bases, una entre las veredas de Baltazar y Murmullo y otra en la vereda La Matera, y comenzó a convocar a los pobladores de cada vereda cercana, como las de Murmullo Alto, Bajo y Medio, Baltazar, Alto Joaquín, Naín, Guineo y otras, afirmando que  ellos son la autoridad que controla la región en adelante. Desde entonces por todos los caminos los pobladores encuentran patrullas paramilitares controlando el territorio.
  • El viernes 3 de marzo de 2017, en las veredas La Miranda y Las Playas de San José de Apartadó hizo presencia un grupo de paramilitares coordinado por los hermanos CARDONA BORJA, quienes fueron desertores de las FARC y han trabajado ya muchos años con la Brigada XVII como paramilitares, manifestando que van a estar en la zona controlando el territorio y que toda la gente debe someterse a ellos y pagarles las vacunas que ellos van a establecer.
  • El sábado 4 de marzo de 2017, tropas de la Brigada XVII del ejército nacional incursionaron en la vereda Arenas Bajas de San José de Apartadó, donde hay un asentamiento de nuestra Comunidad de Paz, zona donde estaban acantonados desde hacía varias semanas los paramilitares, quienes habían llevado el mensaje de mantener los cultivos de coca que ellos están dispuestos a proteger. En esos días coincidió la presencia en Arenas Bajas de militares y paramilitares, pero no se supo de ningún enfrentamiento o conflicto entre ellos, lo que confirma la unidad de acción y coordinación entre fuerza pública y paramilitares.
  • El miércoles 8 de marzo de 2017, hacia las 07:00 horas, fue visto un grupo de paramilitares en la vereda La Cristalina de San José de Apartadó. En sus encuentros con pobladores de nuevo arremetieron contra nuestra Comunidad de Paz, afirmando que “esa h. p. comunidad ya no debe existir más y que hay que acabarla, pues está impidiendo nuestro ingreso a la región”. A la vez manifestaron que se van a quedar en la zona y que se están organizando para cobrar vacunas e imponer sus reglamentos y que quien no esté de acuerdo, que se atenga a las consecuencias.
  • En las últimas semanas (febrero / marzo de 2017) pobladores que se movilizan entre las veredas La Unión y Las Claras de San José de Apartadó, se han encontrado con paramilitares quienes les preguntan si son miembros de la Comunidad de Paz, y cuando les responden que no, dicen que ellos tienen prohibido encontrarse con gente de la Comunidad de Paz porque los denuncian y les estorban sus planes.
  • Nuestra Comunidad de Paz ha recibido informaciones según las cuales la presencia paramilitar es intensa y constante, desde hace aproximadamente un mes, en la zona de la vereda La Resbalosa y en las veredas cordobesas de La Rica, Guineo, Baltazar, La Matera, Batata, Murmullo y otras. En las reuniones con pobladores afirman que las Autodefensas va a cubrir la zonas que antes tenían presencia guerrillera;  que se proponen impulsar la siembra de coca pero que los intermediarios exclusivos para su comercio son ellos; que nadie puede contactarse con la Comunidad de Paz porque ésta es su enemigo número uno y que en adelante ellos son quienes van a ejercer el control de la región.

Nuestra Comunidad de Paz, que cumple en estos días 20 años de existencia, ha vivido durante todo ese período los efectos mas trágicos de la estrategia paramilitar del Estado colombiano, que ha desarrollado una perversa unidad de acción entre la fuerza pública y los paramilitares, la cual ha permitido que se cometan los crímenes más horrendos, los que a la vez han ido quedando en absoluta impunidad al camuflarse bajo la etiqueta de “acciones de grupos al margen de la ley”, no identificados o identificados con nombres ficticios y cambiantes. A dicha etiqueta genérica y tramposa se han remitido masacres y descuartizamientos, desapariciones, torturas, bombardeos indiscriminados, desplazamientos, retenciones ilegales, destrucción de viviendas y cultivos, abusos sexuales, pillajes, robos, asaltos a mano armada, detenciones arbitrarias, montajes judiciales, profanación de cadáveres, allanamientos ilegales, calumnias, campañas de difamación y otra multitud de crímenes en los cuales las tropas oficiales que han conformado las Brigadas XVII, XI y Móvil XXIV, diluyendo sus responsabilidades en estructuras paramilitares que actúan en coordinación estrecha con ellas pero cuya existencia y acción el Estado ha negado siempre ante el país y ante el mundo de manera sistemática, a pesar de que nosotros, sus víctimas, los miramos actuar juntos con nuestros propios ojos. Nuestra resistencia firme ante estrategias y actos tan criminales se ha mantenido incólume a través de estos 20 años, así hayamos visto arrancarle la vida a más de 300 hermanos y hermanas de nuestra Comunidad y de nuestro entorno y  en esa resistencia nos han acompañado y nos siguen acompañando comunidades y personas de diversos países del mundo que se rigen por principios éticos incompatibles con la iniquidad de nuestro Estado. Para ellas y ellos nuestra perenne gratitud.

Comunidad de Paz de San José de Apartadó

Marzo 20 de 2017

Fuente: http://cdpsanjose.org/node/93

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