Seis años de un disparo a la cabeza. Seis años de un crimen en plena vía pública. Seis años de la máxima represión estatal en el marco de la protesta social. Seis años del ataque criminal contra el estudiante de 17 años, Dilan Mauricio Cruz, que concluyó con su muerte por trauma craneoencefálico causado por el entonces agente del Esmad de la Policía, Manuel Cubillos. Un servidor público que, seis años después, permanece libre y con la justicia a su favor.
El crimen fue perpetrado en el centro de Bogotá, en la calle 19 con carrera 4, durante las legítimas manifestaciones ciudadanas en contra de las reformas planteadas por el gobierno de Iván Duque. El agresor fue identificado de inmediato. Sin embargo, el expediente en todos los aspectos de la justicia se encuentra en total impunidad. La Procuraduría emitió una omisiva sanción de solo una multa de $14 millones contra Cubillos, y la Fiscalía ni siquiera ha iniciado formalmente un proceso penal.
“Yo creo que en el caso de Dylan no ha habido justicia, ni un atisbo de ella. Y no lo digo porque no haya expediente o no se hayan realizado actividades investigativas por parte de la Fiscalía, porque en efecto lo han hecho. Lo digo porque, a día de hoy, seis años después y teniendo pleno conocimiento de quién fue el asesino, no se ha hecho ni siquiera la primera audiencia: la de imputación, en donde se vincule al policía a una investigación penal, por haber asesinado a Dylan Cruz”, señala Katherine Rodríguez, defensora de dhColombia.
La omisión de la justicia
Cuando Dilan Cruz fue asesinado, quien fungía como fiscal general era Néstor Humberto Martínez. Este último terminó su periodo para darle paso a Francisco Barbosa, quien luego fue reemplazado por Luz Adriana Camargo. A pesar del paso del tiempo y los cambios de dirección, la Fiscalía, como institución, no ha dado ni siquiera el primer paso: imputar. Cubillos no ha sido capturado, no se le ha vinculado a un expediente y, mucho menos, ha sido objeto de una audiencia de medida de aseguramiento.
En los últimos años, la Fiscalía se ha caracterizado por, en este caso, cambiar constantemente de funcionarios y despachos, lo que ha dificultado la labor de investigación. De hecho, el desorden organizacional ha llevado a que el actual grupo investigador que lleva el caso esté realizando actividades que, se supone, se realizan en etapas tempranas del hecho victimizante. Se pretende, como está en capacidad de comunicar dhColombia, determinar la intención -o no- de Cubillos.
Un primer avance del Centro Estratégico de Valoración Probatoria (CEVAP) indicaba que la decisión de Cubillos fue imprudente, por lo cual hubiese sido llevado ante los estrados judiciales por el delito de homicidio en la modalidad culposa. No obstante, el informe del grupo de investigación londinense Forensic Architecture, de 2023, así como el último cambio de fiscal asignado, tiene al ente investigador recopilando nueva evidencia que le permita llegar a la audiencia de imputación de cargos con más elementos de rigor para imputar a Cubillos.
En concreto, el informe de Forensic Architecture establece que, tras examinar los cuatro pasos que Cubillos dio antes de accionar su arma, es que “Dilan fue el objetivo más probable del disparo efectuado”. La defensa de la familia de la víctima exige que la Fiscalía impute por homicidio con plena intención.
La decepción de la Procuraduría
El año pasado, en esta misma fecha, El Espectador dio a conocer que la Procuraduría, en una decisión de primera instancia y que nunca fue comunicada al público, sancionó con una multa de solo $14 millones a Manuel Cubillos. Se trata de una de las decisiones más simples contenidas en el Código Disciplinario, con el cual se juzga a los servidores públicos del país.
La decisión fue de la procuradora delegada Olga Liliana Suárez Colmenares quien, en principio, consideró responsable a Cubillos, dado que su conducta “produjo lesiones graves en la integridad física de un joven ciudadano que, aunque no estaba realizando la protesta de una manera pacífica, tampoco tenía por qué recibir las lesiones de gravedad que lo llevaron a perder la vida días después”.
Aun así, según el fallo, el policía no actuó a título de dolo, es decir, con plena intención, sino que habría cometido una simple imprudencia. “Su conducta se realizó inobservando el cuidado necesario que cualquier persona del común imprime en sus actuaciones”, señaló la procuradora, quien consideró que Cubillos intentaba disparar contra una multitud ubicada metros atrás de la víctima.
Ese expediente disciplinario, actualmente, se encuentra en etapa de apelación, dado que la familia de Dilan Cruz lo consideró un golpe revictimizante del Estado. “La justicia de este país cada día duele un poquito más”, señaló en su momento Denis Cruz, hermana. Se espera que en los próximos meses la Procuraduría emita una sentencia acorde con la grave vulneración de derechos humanos perpetrada ante los ojos de todos.
“Con relación a la imputación, aunque nosotros como representantes de víctimas vemos que hay suficiente material probatorio para imputar a Manuel Cubillos, la Fiscalía no lo ve tan claro y requiere realizar más actividades investigativas, que todavía no ha hecho. Entonces el panorama es complejo y preocupante”, concluyó la defensora Rodríguez.
***







